La importancia de crear marcas que emocionana, el branding como paso inicial de la comunicación.

El Eco de los Tambores: Cuando una Marca se Transforma en Emoción

El pulso inicial fue de tambores. Un sonido profundo, ancestral, que no solo marcaba el inicio del encuentro «Imagen de Chile», sino que se anclaba directamente en el corazón de cada asistente. Fue una declaración de principios, una que resonaría a lo largo de toda la jornada y que nos dejó una certeza indeleble: una marca debe comunicar, pero, sobre todo, debe emocionar.

Hace una semana, en un evento que brilló por su sofisticación en cada detalle —desde el minimalismo elegante de su montaje hasta la cuidada selección de su cóctel—, fuimos testigos de la entrega del premio «Marca Chile». Más que una ceremonia, fue una clase magistral sobre el poder de una identidad bien construida. La atmósfera, cargada de una energía creativa y un profundo sentido de propósito, se vio magnificada por imágenes de alta resolución que nos sumergieron en la diversidad y riqueza de nuestro país: su flora, su fauna, su gente, oficios, turismo y recursos naturales. Marca Chile se erigió, sin lugar a dudas, como el referente de cómo anhelamos mostrar a Chile ante el mundo, unificando criterios estéticos y de comunicación bajo el alero de valores comunes.

El encuentro trascendió fronteras con la presencia de dos figuras titánicas del branding mundial. La primera, Amy Knightley, Directora de Marketing y Comunicaciones de New Zealand Story, quien inició su ponencia saludando en varias lenguas nativas, un gesto que inmediatamente nos conectó con la esencia de su mensaje. Amy nos transportó a las antípodas para revelarnos cómo la cultura neozelandesa ha tejido magistralmente a la comunidad maorí en el branding y la imagen de su país. Con un arraigo fundamental en sus raíces, sus historias fundacionales y sus ancestros, Nueva Zelanda no mira al futuro a pesar de su pasado, sino gracias a él. Nos enseñó que la autenticidad es el puente más poderoso hacia las audiencias globales; que para construir una marca país sólida, es imperativo escuchar, integrar y representar todas las voces que conforman su historia.

Luego, con un humor agudo y la autoridad que le confiere una vasta experiencia, Andy Stalman, conocido globalmente como «Mr. Branding», subió al escenario. Stalman nos demostró por qué el branding es el alma de una marca, la comprensión profunda de la pasión que nos mueve a hacer lo que hacemos. «A veces estamos tan cerca de nuestros negocios que no somos capaces de mirarlos en profundidad», reflexionó, y sus palabras resonaron con una verdad universal. El sol, el mar, la naturaleza que nos rodea a diario, a menudo se vuelven invisibles por su constancia, y en ese «avanzar sin sofisticar», perdemos el rumbo.

Andy nos cautivó con la experiencia del branding de Mallorca, España. Un proyecto que no se gestó en una sala de juntas, sino en las calles, en las plazas, en las historias de sus habitantes. Cada persona que participó entregó un fragmento de su memoria, de sus anhelos, convirtiéndose en co-creadora del sello «Mallorca». El resultado fue una explosión de beneficios: el turismo aumentó, llegaron capitales de inversión extranjera y, lo más importante, se consolidó un bloque social y cultural con un sello único y verdadero. Demostraron al mundo que no solo son una isla hermosa, sino una comunidad unida por un propósito.

La lección es clara y poderosa: una marca debe incluir a su audiencia, hacerla partícipe de su historia, porque, en esencia, le pertenece.

Este encuentro ha sido un catalizador. Me ha hecho soñar con implementar estas «marcas que emocionan» en los lugares patrimoniales de mi amado Chile. Empezando por esta región de Valparaíso que me acogió hace más de 14 años y donde he sido profundamente feliz, y en el Santiago patrimonial, cuna de mis primeros pasos como emprendedora.

La experiencia vivida en el encuentro de Imagen de Chile nos deja una invitación a mirar hacia adentro, a redescubrir nuestra propia esencia para poder proyectarla con honestidad y pasión. A entender que una marca, antes que un logo o un eslogan, es un latido.

¿Te gustaría que trabajemos juntos para que el branding de tu empresa logre esa misma conexión? Escríbenos y hagamos que tu marca emocione.